El 27 de octubre de 2011 visitaba el Seminario Humanístico el poeta cordobés Pablo García Baena, premio Príncipe de Asturias de las Letras. Nonagenario ya cuando estuvo aquí (a pesar de que la gran mayoría de sus biografías dicen que nació en 1923), demostró una lucidez poco común a esas alturas de la vida. Su impresionante memoria nos cautivó a los que tuvimos la fortuna de compartir mesa y mantel con el abanderado del grupo Cántico, una especie de tercera vía de la poesía de los 40 y 50, dominada por los garcilasistas y los espadañistas. Además, también demostró no dejar de lado la poesía actualísima y nos comentó innumerables anécdotas y curiosidades de jovencísimos poetas que se acercaban a él, como cuando en los años 20 se acercaban, con admiración y respeto, los futuros poetas a Juan Ramón. Un gran poeta. Una bella persona.
Una vez más, amigo lector, disculpa los yerros.
SONETO
DE OCASIÓN
A Pablo García Baena
En Córdoba, donde don Luis
naciera,
donde el río baña su excelso
muro,
aquel que el romano hizo seguro,
donde el árabe fijó su bandera.
Sobre la baldía tierra de España
Cántico dio luz a la poesía
en la ciudad califal; faro y guía
para garcilasistas y Espadaña.
Pinta al óleo la palabra suave;
mientras
cantan los pájaros
anuda
sus versos con la palabra serena;
sigue escribiendo antes que el tiempo acabe,
como dicta el maestro Luis
Cernuda.
Así es Pablo García Baena.
Gracias por traerlo de nuevo a mi memoria.
ResponderEliminarUn hombre realmente entrañable.
Saludos.