Entre los muchos discos que
ofrecen versiones de los Beatles,
este que comentamos hoy es de los más mediocres. El disco doble, banda sonora
de la película que perpetraron los Bee
Gees junto a Peter Frampton,
deja muy pocos temas salvables. En mi opinión, solo tres. Justamente los tres
que nada tienen que ver con los australianos y el guitarrista británico; a
saber: Get Back, interpretada por Billy Preston, que ya participó en la
versión original como teclista; Got to
get you into my life, meritoria versión de Earth, Wind and Fire y Come
together en versión de Aerosmith,
que está a la altura de la original. Del resto, lo mejor que se puede destacar
es su mediocridad. Pero algunos casos son lastimosos.
La versión que Sandy Farina hace de Here comes the sun no está mal; pero, en
mi opinión ese bajo tan funky rechina en este tema. En Mean Mr. Mustard utilizan como voz principal la de un tal Frankie Howerd, tamizada con un inventó
que se utilizó hasta la saciedad en los 70: me refiero a un filtro que
“robotizaba” la voz. Pero el artefacto en cuestión se llega a utilizar en un
tema de corte tan clásico como She´s
leaving home, lo cual ya me parece que roza la aberración y el mal gusto.
No me acostumbro a escuchar A day in the
life en falsete. Por último, Robin Gibb se permite destrozar, a mi
juicio, la mejor interpretación vocal de Paul
McCartney: Oh! Darling. Dicen los
americanos, tan pragmáticos ellos, que “If
it works, don´t fix it”; o sea, que si algo funciona, no lo arregles. ¡Qué
necesidad tenían estos muchachos de destrozar ese portento de poderío vocal!
Una canción con el desgarro, con la fuerza de la que estamos hablando se queda
en nada; se vuelve ñoña, edulcorada. De los arreglos de viento y metal, mejor
no hablar.
Y en relación con esto último, lo que más me apena: los arreglos del disco y la producción corren a cargo de un tal…George Martin.