Aunque parezca mentira, las tres canciones están dedicadas a mujeres que, en ningún caso, fueron pareja de sus autores.
La primera es, ciertamente, la más conocida de las tres. Suzanne de Leonard Cohen está dedicada a Suzanne Verdal, esposa de su amigo el escultor canadiense Armand Vaillancourt. Según ambos protagonistas, jamás hubo contacto sexual entre ellos. Así pues, fue una relación puramente espiritual. Poco importa si mienten o no: la canción no deja de ser una maravilla.
La segunda es de The Beatles, más concretamente de John Lennon y se llama Julia. Está dedicada a su madre, que murió atropellada por un policía bebido. Lennon pasó toda su adolescencia atormentado por la falta de una madre que murió y de un padre que desapareció. A ambos les dedicó, años más tarde, la canción Mother.
La tercera canción que he escogido se titula Laura. Su autor es Lluís Llach, el cantautor de Verges. La canción está dedicada a Laura Almerich, guitarra clásica que ha acompañado a Llach durante cuarenta años. Se la regaló durante un concierto, cuando dijo que iba a repetir una canción y cantó Laura. ¡Vaya canto a la amistad! (Al final del vídeo viene la letra traducida al castellano).