Para mi primo César, a quien le encanta este periodo de la vida de John Lennon
Quien quiera saber cómo pasó John Lennon su “fin de semana perdido” en Los Ángeles separado de Yoko Ono, debe leer este libro escrito
por quien convivió con el músico británico. May Pang trabajaba para John Lennon y Yoko Ono desde diciembre del
70. A mediados del 73, recibe un encargo muy especial: Yoko Ono le pide que
salga con John. La pareja no pasaba por su mejor momento y John y May deciden volar a la
costa oeste. Allí pasarán año y medio juntos compartiendo fiestas,
grabaciones, drogas y alcohol con Harry
Nilsson, Keith Moon, Ringo Starr, Mick Jagger, Elton John, Phil Spector y
demás fauna… tóxica, que diría César San Juan.
May Pang, ayudada en la escritura por Henry Edwards, repasa desde la distancia ese periodo tan intenso de
su vida profesional y personal. Según la chinoamericana, a quien Lennon llamaba
Fung Yi en la intimidad, ella fue quien convenció a Lennon de recuperar su relación
con Julian, su primer hijo; con Paul y Linda, que se dejaron caer por
Santa Mónica más de una vez; incluso, fríamente eso sí, con Cynthia, su primera esposa.
Lennon se nos presenta como un hombre cariñoso y violento,
según sus cambiantes estados de ánimo; como un hombre celoso hasta el
paroxismo; como artista ilusionado con sus proyectos futuros; como un hombre
con sus miedos y sus inseguridades…como un simple hombre que necesitaba ser
amado.
El libro parece estar contado de manera honesta. Al estar
escrito en primera persona, May Pang intenta justificar (no siempre lo
consigue) quién le contó esto o aquello cuando ella no estaba presente, dando
así un aire de verosimilitud. Lo único que se le puede reprobar son algunas
pinceladas (excesivamente literarias) como cuando intenta pasar por pitonisa y
cuadrar lo que después terminaría pasando: predice que Sean nacerá el mismo día que su padre o que el propio John dice,
según ella, hablando de sus fans, que alguno “probablemente me matará”.
En definitiva, un libro para conocer al hombre, al músico,
no al mito en que se convirtió el 8 de diciembre de 1980.