Ayer vi El
cuerpo, dirigida por el debutante Oriol
Paulo. Los personajes protagonistas forman un trío nada amoroso. Álex (Hugo Silva) ha enviudado repentinamente de su acaudalada mujer Maika (Belén Rueda) y, horas más tarde, su cuerpo desaparece de la morgue.
El inspector Peña (José Coronado) tratará en las horas
siguientes de desvelar el misterio del cuerpo desaparecido.
La película es un thriller con
cierto aire del cine de terror (hay que tener en cuenta que el director y Belén
Rueda ya trabajaron juntos en Los ojos de
Julia). Algún que otro homenaje a Hitchcock
(muy patente en la escena de Álex subiendo una copa de vino a su mujer por la
escalera, como ya hiciera Cary Grant
en Sospecha, amén del paralelismo
entre los personajes principales de ambas películas), a Kubrick (con la música que suena de vez en cuando como enlatada y
etérea como ya hiciera el neoyorkino en El
resplandor) y un cierto paralelismo, que me callo para no dar pistas, con Muerte de un ciclista de Bardem.
La tensión no es tal; la
interpretación es, a veces, sobreactuada, y el argumento es tan enrevesado e
intenta sorprender tanto que para cuadrarlo todo hay que hacer muchos giros y el
espectador ha de ser muy benevolente con el guión. La película entretiene, pero
no consigue el clímax que pretende. A medida que va avanzando la historia, se
dejan ver flecos sueltos; luego, a la salida del cine, repasas mentalmente la
película y se te viene abajo.
En fin, una película fallida, en
mi opinión. Si la ves un sábado por la tarde en el sofá de casa pasas un buen
rato, pero si para verla tienes que salir de casa un día de diario por la noche en invierno… no estoy
seguro de que merezca la pena el esfuerzo.
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