Isabel Urueña recoge el premio de manos de Mari Carmen Rodríguez, presidenta del jurado y del CMJP |
ÚLTIMA DUDA
Un dilema
puede adoptar la forma de un signo de interrogación ante nuestros ojos y
quedarse ahí, columpiándose levemente, como encerrado en una burbuja o en una
pompa de jabón ingrávida.
Pero él
presumía de audacia y no soportó mucho tiempo la duda: le echó agallas y atacó.
El anzuelo se le clavó en la boca y tiró violentamente de él hacia un mundo de
oxígeno y certezas…
Comprendió
–demasiado tarde– que algunas incertidumbres acaban solo con la muerte.
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