Lo recuerdo muy bien. John estaba en Kenwood, tirado en el sofá, con
la tele puesta y con el periódico en la mano. Intenté convencerle de que
fuéramos a la exposición de Indica Gallery. Él intentó convencerme de que me quedara
allí para “viajar”. Le dije que tenía interés en conocer a esa artista
japonesa. Yo estaba interesado en todo lo underground. No quiso venir. Cuando llegué, me la presentaron. Vi una escalera y
subí. Al final de la escalera había una lupa colgando del techo y un pequeñísimo
letrero que decía: “Sí”.
Si le hubiera hecho caso a John y me hubiese quedado allí para viajar con ácido o
cualquier otra cosa, no habría conocido a la mujer de mi vida.
Desde hace un tiempo, John insiste en recuperar las giras y a mí se me hace
un mundo continuar con el grupo. Mi único interés se centra en vivir con Yoko.
Solos Yoko y yo.
Jajaja. Buenísimo. Esta ucronía plantea, me parece, un imposible. No sé, que hable la psicología, pero Paul y Yoko juntos... como que no me da a mí.
ResponderEliminarMuy bueno. Como conocéis mi punto de vista al respecto de la doña me permitiréis que pase de puntillas por aquí aunque con una sonrisa maliciosa, porque es como juntar a dos pitbulls cabreados en una habitación de dos por dos.
ResponderEliminarPero al principio?quien habla Paul o John??John hablaba en tercera persona,como el Papa?esto no cuadra,la galería Indica estaba dirigida por John Dunbar,entonces marido de Marianne Faithfull,y McCartney tenia una participación,fue el que invito a John a que fuera,Lennon en esa época,apenas salia de casa.
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