Alguien ha dicho alguna vez que
este neoyorkino es muy repetitivo; siempre hace las mismas películas. Habría
que aplicar en este caso el aserto de que “un
escritor siempre está escribiendo el mismo libro”, pero con matices,
variantes. El poeta Valéry ya dijo
aquello de que “un poema no se termina,
se abandona”. El propio Juan Ramón
Jiménez consideraba su obra completa como una obra total, en continuo
crecimiento: matizando, retocando, quitando, añadiendo veresos y poemas a lo que él
llamaba su Obra. Es decir, un autor hace una obra coherente moldeándola y
retocándola.
Pues bien, Woody Allen tiene películas que pueden parecerse entre sí:
recordamos chistes que no sabemos muy bien en qué obra colocar. Pero si
aplicamos lo dicho en el párrafo anterior a su Obra (así, con mayúsculas),
convendremos en que es una obra de altura, con un constante (hace una película
al año invariablemente) trabajo y con pocos picos; siempre a un nivel más que
aceptable. Ya lo he dicho en otro sitio: cualquier mala película de Allen
figuraría como obra maestra en la filmografía de cientos de cineastas.
Sí, es verdad, sus temas son
siempre los mismos: el amor, el sexo, la muerte, las relaciones humanas… ¿Pero
es que hay temas más importantes que esos? El género humano lleva milenios dándoles
vueltas a los mismos temas.
Una vez más, un judío entre mis
preferencias cinéfilas. Yo les recomendaría de su amplia y excepcional obra: Maridos y mujeres, Balas sobre Broadway,
Match point, La Rosa púrpura de El Cairo, Zelig, Misterioso asesinato en Manhattan… Y un puñado más.
Ah, solo me aburre cuando se pone bergmaniano. Ahí, no lo soporto.
Leyendo esta interesante reflexión me has traído a la memoria una frase de Paul Éluard que decía "Sólo tenemos una vida. Por lo tanto,es perfecta ¨ creo que es interesante en muchos sentidos.
ResponderEliminarUn saludo.
Coincido contigo en todo absolutamente, excepto en lo de ponerse "bergmaniano", que no me doy ni cuenta.
ResponderEliminarTambién coincido en las recomendaciones que haces, y añado otra que a mí me encanta "Acordes y desacuerdos".
Saludos.
Recuerdo el asombro que me produjo cuando mi profesor de Historia de la Psicología nos recordó que en arte (cine, literatura, música, etc.) solo existen esas tres temáticas:amor, sexo y muerte. Quizás resulta que Allen lo hace más explícito. Lo cual yo lo agradezco. Incluso ni en el último ensayo de Comte-Sponville titulado "Ni el sexo, ni la muerte" se habla de otra cosa.
ResponderEliminarNo podria decantarme por ninguna. Es simplemente maravilloso
ResponderEliminarEstaría viendo esa película única una eternidad. Espero siempre la película anual como un oráculo. A las que dices añadiría, a bote pronto, "Delitos y faltas". El tema del Libro de Job (muy presente en la soberbia Match Point) aparece aún con más nitidez. Y una sugerencia para futuros comentarios: ¿has visto cómo afronta su sexualidad de hombre mayor a través de las tías buenas desde hace unos años? Algo digno de estudio.
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