La disputa entre seguidores de los Stones y los Beatles es
casi tan antigua como la aparición de ambos grupos en la escena musical. De
hecho ha ido en paralelo casi desde sus comienzos: Decca, compañía discográfica
que todavía se está tirando de los pelos por rechazar a los de Liverpool, fichó
a los pocos meses (evitando así otro descalabro financiero) a los Stones por
sugerencia de…George Harrison. Desde
entonces ha habido sus más y sus menos.
Hace unos meses compré el libro que aquí se reseña, escrito
por John McMillian. No conozco nada
de este señor, pero tras la lectura del libro, me da la sensación de que tira
más por el cuarteto que por el quinteto. No sé, es una sensación.
El libro está muy profusamente documentado y muy bien
escrito (de la traducción será mejor no hablar). Me gusta la honestidad
intelectual del autor a la hora de poner en duda hechos de los que no tiene
constancia o cuando, como ocurre varias veces, las fuentes no coinciden. Otros
suelen tirar por la calle de en medio y se aplican la máxima periodística de “no
dejes que la verdad te estropee un buen titular”.
La lectura, ya digo, es amena. Nos enteramos de las
relaciones personales y musicales de los miembros de ambas bandas. Se nos caen
algunos mitos: los Stones se vistieron con chaqueta y corbata porque había que “tragar”;
se respetaban y admiraban mutuamente; los Beatles no eran menos “revolucionarios”
que los londinenses (un estudiante de Columbia cuenta cómo en el agitado 68 “cantábamos
las letras de las canciones de los Beatles y bailábamos en círculo”);
compartieron escenario un par de veces (septiembre del 63 y mayo del 66); Jagger y Richards fueron testigos de excepción del concierto de los Beatles
en el Shea Stadium…
En fin, un libro recomendable para indagar en la interacción
de las dos bandas más famosas de todos los tiempos.
Como dijo Cortázar: “La primera obligación del artista es
ser revolucionario como artista”.
PD) No diré cuál es mi veredicto. Ustedes ya lo saben.
A mí la polémica siempre me sorprendió. Son tan distintos, cubren espectros tan distintos del gusto del público aficionado al rock... Eso sí: siempre he pensado que una de las claves del éxito de los Stones radica en que asumieron con una deportividad admirable ue el objetivo era ser el segundo mejor grupo.
ResponderEliminarPues parece que hubieras leído el libro, amigo Swann. Se dice en él que, durante una gira por EEUU, un periodista que acompañaba a Jagger en un coche le oyó decir al pasar delante de un anuncio de coches de alquiler (en cuyo eslogan se vanagloriaban de ser la segunda empresa del sector en EEUU): "Eso somos nosotros. Tenemos que trabajar más para dejar de ser los segundos" (verano del 66).
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