No lo consiguieron. La próxima madrugada hará 75 años del asesinato, uno
entre muchos, del poeta Federico García Lorca. Con su muerte
consiguieron todo lo contrario. Era, entonces, un poeta reconocidísimo.
Hoy sigue siéndolo. Acabaron con su vida, pero su obra permanece más
viva, más leída y más estudiada que nunca.
SORPRESA
Muerto se quedó en la calle
con un puñal en el pecho.
No lo conocía nadie.
¡Cómo temblaba el farol!
Madre.
¡Cómo temblaba el farolito
de la calle!
Era madrugada. Nadie
pudo asomarse a sus ojos
abiertos al duro aire.
Que muerto se quedó en la calle
que con un puñal en el pecho
y que no lo conocía nadie.
(Poema del cante jondo, 1924)
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