martes, 26 de noviembre de 2013

Etimologías inciertas (V): Deleznable

Esta palabra aparecía an el DRAE hasta su edición de 1992 con tres acepciones:
1.- Que se rompe, disgrega o deshace fácilmente.
2.- Que se desliza y resbala con mucha facilidad.
3.- Poco durable, inconsistente, de poca resistencia.

Pues bien, cuando las personas que utilizan hoy día este vocablo lo insertan en cualquier oración, ¿qué acepción de las tres referidas le están dando? Ninguno de ellos. Veamos qué dice el DRAE actual:
1.- Despreciable, de poco valor.
 Y a continuación las tres acepciones que aparecían en la edición de 1992.

¿Qué ha ocurrido, pues, en este lapso de tiempo? Pues lo que suele ocurrir: somos los hablantes los que moldeamos la lengua con nuestro uso. Muchas veces les digo a mis alumnos que las reglas ortográficas, los cambios de significado de palabras y otras muchas cosas concernientes a mi asignatura no son un invento de los profesores de lengua española para hacerles más difícil la materia a los estudiantes. Son ellos, nosotros quienes hacemos la lengua día a día. Y, en este caso, alguien con poco conocimiento del verdadero sentido de "deleznable" empezó a utilizarlo como sinónimo de "execrable". Recuerdo a un ministro de cultura de los años 80 (que habla muy bien inglés, pero no así español)* utilizar este vocablo con la acepción que entonces no tenía y que se ha terminado por imponer. No es que se le haya añadido un cuarto sentido; es que se ha colocado como primero y casi único.
Se me podrá argumentar que no pasa nada porque cambie el sentido de una palabra. Pero la duda es la siguiente: ¿qué palabra utilizaremos a partir de ahora para algo que es poco durable, inconsistente o que se rompe o disgrega con facilidad, si su lugar ha sido ocupado por otra acepción extraña en un principio?
Lo demás ha sido coser y cantar: los medios de comunicación de masas han hecho el resto. Cuando un profesor habla en clase de errores de este tipo llega a 25 alumnos (ahora con los recortes a 31 o 32); cuando lo hacen Matías Prats o Pedro Piqueras llegan a millones de españoles.

* Adivina, adivinanza: ¿de qué ministro se trata?

5 comentarios:

  1. Interesantísimo. Confieso que yo solo conocía esta palabra en el sentido "ministerial".

    ResponderEliminar
  2. Recuerdo cuando lo explicaste una vez en clase, la primera vez que cursé 2º de Bachillerato, y es curioso porque hace justamente unas semanas busqué esa palabra en el diccionario para refrescar su significado primario. Nunca se me olvidará esa palabra, justo por la explicación que diste en clase (y ahora en esta entrada), así como otras palabras curiosas que tampoco se me olvidarán como "interperie" (bien escrita "intemperie") y su oportuna explicación que aun hoy la recuerdo...

    En cuanto a lo del ministro, no estoy seguro pero por las pistas que das pudiera ser Javier Solana.

    ¡Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pero qué exalumnos más inteligentes tengo. Cómo no os voy a querer, si valéis un potosí.

      Eliminar
  3. Primero, demuestro mi ignorancia con respecto al vocablo en cuestión. Gracias por ampliar mi vocabulario. Y segundo, ¿No crees que es triste que una gran parte de culpa de las patadas que se dan a nuestro diccionario provengan de políticos incultos y periodistas analfabetos que se supone que tienen unos estudios superiores? Ahí queda.

    ResponderEliminar
  4. Es eso, exactamente, lo que quiero decir en el último párrafo. El altavoz de esa gente es mucho más potente que el de un simple profesor de instituto. En cuanto a lo de estar preparado...pues, ya ves, ¿por qué no tienen un corrector que se asegure de que lo que dicen es correcto? Al fin y al cabo, viven de sus palabras y son el modelo para los espectadores.

    ResponderEliminar