viernes, 24 de abril de 2015

¿Miedo escénico?

Segunda entrada dedicada a la misma persona, mi alumno Julio Ramírez. Ese honor solo lo ostentan en este blog personalidades del calibre de Woody Allen, Billy Wilder o, por supuesto, los Beatles. Ayer, en un concurso al que solo concurrió él, dejó estas perlas:

Tautograma:

Sangrar, siempre supurando susurrantes sudores. Sentado, sumido (solo) so silenciosas sombras sucediéndose sin sustancia, solo sintiendo su sublime ser sin saber su significado... Sabiendo su siniestra sed sempiterna.

Ucronía:

Ofreciéndoles la manzana, fruto prohibido del conocimiento, planteó un dilema a aquellos seres que, curiosos, contemplaban al ofidio.
-¿Qué te parece, Adán? ¿Deberíamos hacer caso de la serpiente?
-A decir verdad, Eva, yo no me fiaría de un bicho que habla.
Y, encogiéndose de hombros, el ser humano renunció al saber y al conocimiento y siguió viviendo como un animal doméstico en el zoológico divino del Edén.

Nanorrelato: El forense inquieto

Los familiares preguntaban por los dientes; él negaba mirando su rolex.

sábado, 11 de abril de 2015

Beatles vs. Stones



La disputa entre seguidores de los Stones y los Beatles es casi tan antigua como la aparición de ambos grupos en la escena musical. De hecho ha ido en paralelo casi desde sus comienzos: Decca, compañía discográfica que todavía se está tirando de los pelos por rechazar a los de Liverpool, fichó a los pocos meses (evitando así otro descalabro financiero) a los Stones por sugerencia de…George Harrison. Desde entonces ha habido sus más y sus menos.
Hace unos meses compré el libro que aquí se reseña, escrito por John McMillian. No conozco nada de este señor, pero tras la lectura del libro, me da la sensación de que tira más por el cuarteto que por el quinteto. No sé, es una sensación.
El libro está muy profusamente documentado y muy bien escrito (de la traducción será mejor no hablar). Me gusta la honestidad intelectual del autor a la hora de poner en duda hechos de los que no tiene constancia o cuando, como ocurre varias veces, las fuentes no coinciden. Otros suelen tirar por la calle de en medio y se aplican la máxima periodística de “no dejes que la verdad te estropee un buen titular”.
La lectura, ya digo, es amena. Nos enteramos de las relaciones personales y musicales de los miembros de ambas bandas. Se nos caen algunos mitos: los Stones se vistieron con chaqueta y corbata porque había que “tragar”; se respetaban y admiraban mutuamente; los Beatles no eran menos “revolucionarios” que los londinenses (un estudiante de Columbia cuenta cómo en el agitado 68 “cantábamos las letras de las canciones de los Beatles y bailábamos en círculo”); compartieron escenario un par de veces (septiembre del 63 y mayo del 66); Jagger y Richards fueron testigos de excepción del concierto de los Beatles en el Shea Stadium…
En fin, un libro recomendable para indagar en la interacción de las dos bandas más famosas de todos los tiempos.
Como dijo Cortázar: “La primera obligación del artista es ser revolucionario como artista”.
PD) No diré cuál es mi veredicto. Ustedes ya lo saben.

sábado, 4 de abril de 2015

Ucronía (VIII). ¿El mejor disco de la historia?



                                                15 de julio de 1971

-¿Vas a venir o no?
- Claro; vamos, lo compras y volvemos para escucharlo, ¿no?
- Sí. Estoy ansioso por tenerlo. Decían que no sacarían ningún disco más…
-¿Pero no fue Paul el que anunció que dejaba el grupo?
-Sí, pero parece que le convencieron de continuar juntos. Hace ya más de un año que no publican nada y es mucho tiempo para ellos, que publican un par de discos al año…

Entran en la tienda de El Corte Inglés, sección “Música”, y allí estaba recién puesto a la venta. Lo cogió, y como si de un rito se tratara, lo acarició y lo olió. Dio la vuelta para ver la contraportada y los temas del nuevo disco:

Cara A:
1.- Gimme some truth
2.- Junk
3.- All things must pass
4.- Imagine
5.- I´m the greatest
6.- Monkberry moon delight
7.- Working class hero

Cara B:
1.- Wah-Wah
2.- Mother
3.- Maybe I´m amazed
4.- Jealous guy
5.- The back seat of my car
6.- Isolation
7.- Isn´t it a pity

Salieron rápidos de la tienda para ir a casa para escucharlo con la misma devoción con que habían escuchado los trece anteriores…