domingo, 3 de marzo de 2013

Versionando a los Beatles (II). François Glorieux


Hace semanas traíamos por aquí, en mi opinión, uno de los mejores discos de versiones de los Beatles. Hoy traigo otro más raro todavía. No porque no haya habido versiones "clásicas" del cuarteto de Liverpool, sino porque, una vez más en mi opinión, es un buen disco de versiones.

Como ya dijimos en la otra entrada comentando aquel disco, lo habitual a la hora de versionar a los Fab Four es intentar imitarles, clavar sus instrumentos, sus voces... Error, inmenso error. Yo creo que las versiones tienen que ser, justamente, eso: versiones, no imitaciones. Para hacer lo que ya han hecho los más grandes, mejor no hagas nada. Atrévete, innova, busca, crea y ofrece algo distinto. Pero, claro, lo fácil es lo otro.
Lo común cuando se versionan las canciones de los Beatles en plan clásico es llenar con un montón de violines, violas y timbales y demás instrumentos la melodía de una canción beatle. Además, siempre suelen ser las mismas. Pero esto no es lo grave; lo peor es repetir hasta la saciedad la misma manera de versionarlos. Los que ya peinan canas (o ni siquiera peinan nada) recordarán a un pianista (?) de los 70 y 80, el ínclito Richard Clyderman. Pues bien, a su manera, que creó escuela, de hacer versiones me refiero. Tocan una melodía y poco más.
En este caso, François Glorieux ha "interpretado" en sentido literal los temas de los Beatles; los ha hecho suyos. O, por decir mejor,  los ha acercado a los clásicos. Así ha versionado Yesterday como lo hubiera tocado Chopin, ha tocado Eleanor Rigby como lo hubiera hecho Bartok, Hey Jude a la manera de Bach o Ob-la-di Ob-la-da como si fuera obra de Mozart. No hace falta ser experto en los clásicos, con un mínimo de formación musical se reconoce a los "versionadores" de cada canción. Reto, desde aquí, a los beatlémanos a que escuchen el disco sin ver el "estilo" escogido para cada versión. Pasarán un buen rato y escucharán a los de Liverpool de una manera muy original.

2 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo contigo en la misión de alto riesgo que es intentar "clavar" a los Beatles. Por eso me parecería totalmente absurdo comprarse, por ejemplo, un disco de un grupo tributo. Pero creo que estos grupos cumplen su función para el directo. Es en el escenario donde ya resulta imposible "carearse" con los originales. Creo que es el directo el hábitat natural del grupo tributo y para el momento auriculares, como bien dices, que el artista nos ofrezca algo diferente.

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  2. Qué interesante y distinto lo que hace este maestro del piano. De quitarse el sombrero.

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