jueves, 3 de enero de 2013

Filias y fobias (VI). Billy Wilder


Es curioso, pero los cuatro directores que más admiro (Chaplin, Allen, Kubrick y Wilder) tienen algo en común: su origen judío. Esto no es más que un hecho constatable en tres de ellos, pero en el que hoy nos ocupa es de una importancia vital: cuando Hitler llegó al poder, Billy Wilder huyó de Alemania. No hizo mal; su madre moriría en Auschwitz. Esa huida hacia EEUU facilitó el clima necesario para que el austríaco pudiera desarrollar su talento. Admirador acérrimo de Lubitsch (al que siempre tenía en mente a la hora de hacer un gag), desarrolló la obra cinematográfica más completa, junto a la de Kubrick, de toda la historia del cine, aunque con notables diferencias, que serán abordadas cuando hagamos otra entrada del neoyorkino.
¿Cómo sino se pueden tocar todos los palos y hacerlo bien? ¿Se podía superar una maravilla como Luna nueva de Hawks (no confundir, por favor, con otra cosa)? Pues haciendo Primera plana con los geniales Matthau y Lemmon, donde el guión supera a la original y criticando todo lo criticable: la corrupción política, los intereses mediáticos, la pena de muerte... 
¿Alguien tan dado a la comedia podría hacer cine “serio”? Pues según Woody Allen, Perdición (obra maestra del género negro) es la mejor película de todos los tiempos. 
¿Se pueden mezclar estilos y tonos y salir airoso? Con Faldas y a lo loco demuestra que sí, mezclando cine negro, mafia y comedia, y el resultado: una obra de arte. 
¿Se puede hacer una película en EEUU sobre la guerra fría (Uno, dos, tres) y repartir a diestro y siniestro, dejando la sensación de que capitalistas y comunistas tienen mucho que mejorar en sus respectivos mundos?
¿No resultan cansinas las películas de juicios a que tan aficionados son los norteamericanos? No, si quien la dirige es Wilder y lo que nos ofrece es la genial Testigo de cargo, donde hasta el último segundo el suspense se mantiene, como si de una película del mejor Hitchcock se tratara.

No se puede escribir tan bien y dirigir mejor: qué sutileza, qué inteligencia, qué ritmo, qué maravilla.
Ah, se me olvidaban: En bandeja de plata, El apartamento, Irma la dulce, Bésame, tonto, El crepúsculo de los dioses, Sabrina, Días sin huella, La tentación vive arriba… En fin: ¿Es o no la más completa muestra de cine, del mejor cine?

2 comentarios:

  1. Sin duda esto solo lo puede hacer un GENIO como Wilder, para mí (coincidiendo contigo) uno de los (3, en mi opinión) mejores directores de cine, por no decir el mejor.

    No es por el talento o la técnica, que también, es por el "saber hacer", como no lo hace nadie.

    Por añadir algo más, mi favorita, "Con faldas y a lo loco" y le guardo un cariño especial a "El apartamento", entre otras muchas cosas por que me gusta mucho cómo lo hace Jack Lemmon.

    Gran entrada.
    Saludos.

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  2. Ese señor era un monstruo. Cierto que por lo general todos nos fijamos más en su gran especialidad, la comedia. Pero también es verdad que siempre que quiso demostrarse a sí mismo que podía hacer otras cosas salió airoso.
    Mi preferida sigue siendo "Primera plana", pero... bah, según los días. Es imposible elegir una sola.

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