jueves, 12 de abril de 2012

Biblioppk (II). El espíritu áspero

Esta novela de Gonzalo Hidalgo Bayal, que debería haber ganado el Premio Dulce Chacón de Narrativa Española hace un par de años y que no lo ganó por razones que se nos escaparon a muchos que leímos las novelas finalistas de aquella edición, es una delicia para el lector que disfruta del lenguaje, del barroquismo que pueden encerrar las palabras y los juegos que se pueden hacer con ellas y sus significados. En un puro deleite lingüístico. 
La novela, que recorre buena parte del siglo XX, está protagonizada por don Gumersindo, profesor que en el banquete que le ofrecen el día de su jubilación, recibe como regalo unas memorias escritas por un amigo y basadas en algunos escritos del propio Sin (uno de los muchos sobrenombres que utiliza Hidalgo Bayal) y completados con otros testimonios. Los sucesos se sitúan en un pueblo imaginario, pero claramente es un trasunto del paisaje en que se desenvuelve el autor de la novela: el norte de la provincia de Cáceres.
No recuerdo haber disfrutado tanto leyendo nada como con la lectura y relectura de los párrafos de esta inmensa novela. El que sea aficionado a las palabras y a sus múltiples significados y a los juegos verbales con nuestro idioma o cualquier otro, no debe dejar de leerla. Ingenio quevediano en una prosa muy cervantina, muy cuidada y, sobre todo, muy divertida.

1 comentario:

  1. Parece que sólo sé quejarme cuando hablas de libros, pero éste sí que lo tengo en la estantería, en Zafra, con esa sensación de que comprar un libro te llevará a leerlo tarde o temprano, pero de momento se va haciendo muy tarde y otros se cuelan en la fila. Ya me encantó Hidalgo Bayal con Campo de amapolas blancas y con Conversación, con que sea como ellos, bastará para sanarnos del aburrimiento estival. Sea.

    Un abrazo, esta vez desde Zafra.

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