martes, 10 de enero de 2012

Filmoppk (VI). American beauty

No está nada mal esta película para ser una ópera prima. Sam Mendes nos brindó esta magnífica película en 1999, que la Academia de Hollywood premió con cinco oscars, entre ellos el de mejor película. Yo, que no soy muy amigo de los premios (y menos de los de Hollywood), creo que la película es todo un acierto.
El retrato despiadado de la América actual, de la América que te venden en el cine, en la televisión, en los mass media salta hecho añicos de la mano del director británico. El famoso sueño americano no se sostiene y, por extensión, tampoco el sueño occidental-capitalista. Las relaciones personales (entre vecinos, paterno-filiales, entre parejas...) se ven sometidas a la tiranía de la imagen, al tópico tan antiguo de la apariencia-realidad. La pareja protagonista aparenta ser un matrimonio feliz, pero solo lo aparenta; el joven vecino que se enamora de la hija del matrimonio pasa sus días aterrorizado por un padre militar homófobo retirado que le controla hasta el más mínimo detalle; el protagonista, un hombre ya maduro,  que se embelesa con la compañera adolescente de su hija... Todo, absolutamente todo, se desmorona en esta película. 
Esta sociedad tan materialista y consumista se quiebra porque no prestamos atención a lo más básico: las personas que nos rodean. La vida que vivimos es un puro afán de conseguir más cosas y aparentar ante los demás que hemos conseguido lo que otros no han conseguido. La metáfora de la grabación en vídeo de la bolsa que es arrastrada por el aire nos desvela la belleza de las cosas sencillas, precisamente de esas a las que no prestamos atención.
Como escena que pudiera resumir el sentido de la película me viene a la memoria (en la foto): "Es sólo un sofá"  dice el marido cuando, con una cerveza en la mano, intenta seducir a su mujer y esta está más atenta a la cerveza que puede verterse en el sofá y mancharlo  que a la propuesta amatoria de su pareja.
Interpretación estupenda de la pareja protagonista, Kevin Spacey y Annette Benning.

2 comentarios:

  1. Me gustó mucho esta película: el siniestro vecino que nos inocula un miedo que realmente no debemos tenerle a él (sino a su aparentemente intachable padre) y, sobre todo, el actor principal en su ridícula conquista de la juventud.

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  2. magnífica película, de veras. Buena de verdad.

    v.v.

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