domingo, 3 de febrero de 2013

Filias y fobias (VIII). Woody Allen


Alguien ha dicho alguna vez que este neoyorkino es muy repetitivo; siempre hace las mismas películas. Habría que aplicar en este caso el aserto de que “un escritor siempre está escribiendo el mismo libro”, pero con matices, variantes. El poeta Valéry ya dijo aquello de que “un poema no se termina, se abandona”. El propio Juan Ramón Jiménez consideraba su obra completa como una obra total, en continuo crecimiento: matizando, retocando, quitando, añadiendo veresos y poemas a lo que él llamaba su Obra. Es decir, un autor hace una obra coherente moldeándola y retocándola.
Pues bien, Woody Allen tiene películas que pueden parecerse entre sí: recordamos chistes que no sabemos muy bien en qué obra colocar. Pero si aplicamos lo dicho en el párrafo anterior a su Obra (así, con mayúsculas), convendremos en que es una obra de altura, con un constante (hace una película al año invariablemente) trabajo y con pocos picos; siempre a un nivel más que aceptable. Ya lo he dicho en otro sitio: cualquier mala película de Allen figuraría como obra maestra en la filmografía de cientos de cineastas.
Sí, es verdad, sus temas son siempre los mismos: el amor, el sexo, la muerte, las relaciones humanas… ¿Pero es que hay temas más importantes que esos? El género humano lleva milenios dándoles vueltas a los mismos temas.
Una vez más, un judío entre mis preferencias cinéfilas. Yo les recomendaría de su amplia y excepcional obra: Maridos y mujeres, Balas sobre Broadway, Match point, La Rosa púrpura de El Cairo, Zelig, Misterioso asesinato en Manhattan… Y un puñado más. 
Ah, solo me aburre cuando se pone bergmaniano. Ahí, no lo soporto.

5 comentarios:

  1. Leyendo esta interesante reflexión me has traído a la memoria una frase de Paul Éluard que decía "Sólo tenemos una vida. Por lo tanto,es perfecta ¨ creo que es interesante en muchos sentidos.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  2. Coincido contigo en todo absolutamente, excepto en lo de ponerse "bergmaniano", que no me doy ni cuenta.

    También coincido en las recomendaciones que haces, y añado otra que a mí me encanta "Acordes y desacuerdos".

    Saludos.

    ResponderEliminar
  3. Recuerdo el asombro que me produjo cuando mi profesor de Historia de la Psicología nos recordó que en arte (cine, literatura, música, etc.) solo existen esas tres temáticas:amor, sexo y muerte. Quizás resulta que Allen lo hace más explícito. Lo cual yo lo agradezco. Incluso ni en el último ensayo de Comte-Sponville titulado "Ni el sexo, ni la muerte" se habla de otra cosa.

    ResponderEliminar
  4. No podria decantarme por ninguna. Es simplemente maravilloso

    ResponderEliminar
  5. Estaría viendo esa película única una eternidad. Espero siempre la película anual como un oráculo. A las que dices añadiría, a bote pronto, "Delitos y faltas". El tema del Libro de Job (muy presente en la soberbia Match Point) aparece aún con más nitidez. Y una sugerencia para futuros comentarios: ¿has visto cómo afronta su sexualidad de hombre mayor a través de las tías buenas desde hace unos años? Algo digno de estudio.

    ResponderEliminar